
La ciencia ficción nos ha mostrado atisbos de esos mundos, sin embargo la realidad actual demuestra que todos vivimos en esos mundos paralelos, sumergidos en nuestras burbujas individuales que se rozan con burbujas reales y virtuales. Frotamos nuestros hombros con infinidad de versiones de nosotros mismos en mundos alternos, que algunas veces convergen en un mismo sitio, y a pesar del individualismo que implica tener una vida en línea, nuestros universos colisionan gracias a los esfuerzos de algunos por crear actividades para disfrutar en conjunto, aunque estemos en espacios y tiempos diferentes.