martes, 9 de noviembre de 2010

RESEÑA: Faithless en México


José Cuervo Salón
8 Noviembre 2010
La música es una religión. Y como todo culto, demanda a sus devotos una cierta cantidad de flagelos para acceder a su gloria. Una hora de retraso en el acceso en un clima de 10 grados de temperatura en una noche de lunes, fueron algunas de las penitencias que padecimos los mas de 3000 asistentes a la primera venida de Faithless a la Ciudad de México.

Afuera del José Cuervo Salón, los filibusteros lucraban con incautos a quienes pretendían cobrar $50 por instalarlos al frente de una fila de varios cientos de metros. "¿Quieres lugar hasta adelante? ¿Para qué te formas ? Checa, está hasta la madre" la consigna del mal mexicano en donde cumplir con las reglas no solo es mal visto, sino hasta reprochado fue solo un suplicio más que hubo que padecer para ver a uno de los actos en vivo más estridentes de Inglaterra.

Adentro, los ánimos de los adoctrinados comenzaron a arremolinarse en torno al escenario convocados por el cáliz cervecero y las bebidas energéticas imprudentemente mezcladas con alcohol. Cuando las luces se apagaron y Sister Bliss y Maxi Jazz dieron inicio al jubileo, todos supimos que la espera había valido la pena.

Los sintetizadores de Sister Bliss dieron la bienvenida a la homilía al entonar los primeros compases de "Happy" y generarnos esa misma sensación. A un costado del escenario, el corazón de la banda comenzó a latir al compás de los taquicárdicos ritmos que la percusionista  Sudha Kheterpal generaba con tumbas, metales y platillos reforzados por un baterista igual de energético.

Siguieron "Sun to me" de su más reciente placa The Dance y la emancipadora "All colors all races" justo antes de que un efusivo Maxi Jazz se plantara en medio del escenario para cantar con gran convicción: "This is my church, this is where i heal my hurts" en ese instante, todos supimos que, al menos por esa noche, dios era un DJ.

Jazz se depojó del saco y corrió por todo el escenario con un entusiasmo bien correspondido por una audiencia que en todo momento cantó las letras de temas como "Feel me", "Mass destruction" y la emblemática "Insomnia". El cantante de color también se dio el tiempo para darle brillo a cada uno de sus músicos, incluidos dos vocalistas de soporte que administraron el entusiasmo en temas como "What about love" y "Want more".

"Swingers guitar" fue el momento para que Jazz nos presentó a su guitarrista, quien con una ejecución impecable en la que se dio el lujo de rasgar las cuerdas detrás de su cabeza se ganó las palmas de los asistentes. El momento del final llegó cuando Jazz confesó a todo pulmón: "it's not over, i'm not going home till i get you with me, i'm not going home".

Fue así como Faithless dejó momentaneamente un recinto enardecido y totalmente entregado a la arquitectura electrónica de Sister Bliss y al ímpetu energético de cada uno de sus músicos. Después de un breve receso, las luces se encendieron nuevamente dando pie a la rubia anatomía de una Sister Bliss enfundada en un deslumbrante vestido dorado y a la figura del espigado vocalista que regresó para cantar un homenaje a uno de sus héroes: "Muhammed Alí".

Después, el momento que muchos habíamos esperado por años finalmente llegó cuando los sintetizadores de Bliss desataron un vendaval rítmico comandado por la incansable Sudha Kheterpal al tiempo que Jazz nos invitaba a levantar el dedo índice en el aire y cantar: "We come one".

La totalidad de los congragados literalmente se unió en una comunión de baile y entusiasmo que llegó a su clímax cuando Jazz se cubrió con una insignia lanzada por el público y que unificaba la banderas británica y mexicana. El ritmo trepidante progresivamente bajo de intensidad y despidió con un júbilo enardecido a un grupo que paradojicamente se autonombra: Faithless.

"Spread some of this love tomorrow in Mexico city. Good night, will see you soon" fue el sermón final con el que Maxi Jazz y su banda se despidieron de México y parecieron decirnos:
"Podeís ir en paz, el concierto ha terminado".



Komentar :

ada 2 comentarios ke “RESEÑA: Faithless en México”
Enrique Dorantes dijo...
pada hari 

Excelente crónica

Tavo dijo...
pada hari 

Yo excomulgarìa al "salon Jose Cuervo" de la musica electronica. La espera fue tortuosa, sobretodo por ver que habia gente que ofrecia los lugares adelante (por cierto a ellos los quemaria en la hoguera jaja) ya que queremos una mejor sociedad y cultura!
Ademas de ese "detalle" y la laaarga espera adentro el sonido era malo.
Afortunadamente los chavos de Faithles (y con la ayuda de Dios nuestro dj)la noche valio la pena! y estoy seguro de que de no ser pòr esos detalles Hubiera sido una "Experiencia religiosa"
Aclaro, en lo que a Faithles correspondia "Se Ganaron el Cielo" pues aun que no la tocaron yo estaba "feeling good"
"Gracias a Dios nuestro Dj"

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