Como señala Fernando García en su reseña, festivales de tres días de duración como el Vive Latino, demandan una buena cantidad de energía por parte de los asistentes.
No se trata de un concierto promedio. En el Vive, a medida que avanzan las horas, los efectos del inclemente sol, el exceso de cerveza y el desgaste implícito en el arte de rockear cobran factura sobre el público. Chicas con espaldas asadas cual piel roja, adolescentes desplomados sobre la alfombra del Foro Sol y un contingente cada vez más nutrido de asistentes guareciendose en las escasas zonas con sombra del recinto, recibieron a los corresponsales de Resonancia Magazine al filo de las 4 de la tarde.
Llegamos a tiempo para ver a Julieta Venegas cantar ante una plancha del Foro Sol repleta de asistentes. Sin embargo, las temáticas románticas de canciones relativamente nuevas como "El presente" no despertaron tanto interés como las clásicas "Amores perros" y "Tiempo suficiente". La futura mamá, apoyada por varios niños que subieron al escenario portando parcantas, fue de las primeras en expresar su rechazo a la Ley Anti Inmigrante promulgada por el estado norteamericano de Arizona hace unos días.
Después corrimos al escenario rojo para ver el cierre de los incansables Amantes de Lola, agrupación que -al menos musicalmente- no dan muestra de enevejecimiento. El desenvolvimiento de Gazú, Kazz, Boris y compañía sigue siendo sobresaliente al interpretar temas clásicos como "Mamá" o "María Rosario", por desgracia, el cambio generacional ha mermado un poco el poder de convocatoria de esta banda capitalina.
Una larga caminata, camuflajeada por la distracción de los stands de bandas y disqueraspatrocinadores nos llevó a la intimidad de la carpa intolerante,donde donde Sonex hizo las delicias de un reducido, pero efusivo número de seguidores.
Después de una breve escala en uno de los muchos puntos de abastecimiento donde era posible comprar una Cerveza por la lucrativa cantidad de $35 , un refresco por $30 o una botella de agua de 325 ml por la abusiva cantidad de $20, seguimos nuestro camino al escenario Azul para ver tocar a Paté de Fuá.
Aunque había escuchado buenas cosas del conjunto argentino, no me había dado tiempo de escuchar su música de corte retro con tintes de Tango. La verdad es que fue una grata experiencia escuchar sus canciones, construidas a base de contrabajo, el piano y la trompeta, elementos inusuales en el resto de las bandas del Vive.
Mientras tanto, en el escenario verde, Los Auténticos Decadentes congregaban a la mayor cantidad de asistentes del Festival, cautivandolos con sus letras llenas de humor, historias urbanas y tormentos emocionales matizados a ritmo de Ska. Canciones como "El Murguero" y "La guitarra" cumplieron las expectativas de muchísimas asistentes, pero para nosotros, era tiempo de ver a Furland en el escenario Azul.
La banda capitalina abrió su set con temas de "Historia de la luz", a mi gusto una de las mejores placas de rock nacional que se han grabado en lo que va del año. "Quiero ser un color", con todo y músicos invitados prendió a una audiencia cada vez más nutrida que seguramente se sorprendió al ver a Meme y sus hermanos Renato y Ramiro Del Real sobre el escenario.
Un poco después, rodeamos nuevamente la totalidad del Foro para llegar hasta el escenario Rojo y escuchar el set de la banda colombiana Aterciopelados. La consigna política de AndreaEcheberry no se hizo esperar al denunciar la discriminación que incluso ellos han sufrido al viajar a Europa y Estados Unidos.
Temas como "Bandera", "Estuche" y "Bolero Faláz" se llevaron la ovación de la audiencia al caer la noche. Después fue turno de ver la impresionante e impecable ejecución de Rodrigo y Gabriela sobre el escenario Azul. Sin lugar a dudas, la actuación de los mexicanos fue uno de los momentos más especiales del festival, pues una nutrida audiencia, - me atrevo a decir que la mayor de dicho escenario- se congregó para ver y escuchar el virtuosismo guitarrístico del dueto.
Uno de los últimos actos masivos del festival fue la actuación del grupo reggaetonero Calle 13 en el escenario verde. Ahí, la consigna política en torno a la Ley que criminaliza a los inmigrantes ilegales en Arizona subió de tono cuando Residente, con una leyenda alusiva escrita sobre su espalda, dedico la canción "Pal Norte" al gobierno norteamericano.
Antes de que terminara la presentación de los puertoriqueños nos apresuramos a presenciar el cierre del escenario rojo con la presentación del grupo venezolano Los Amigos Invisibles, quienes con su fórmula probada de ritmos afroantillanos, música funk y buen humor, pusieron a bailar a una cansada audiencia. Temas clásicos como "Ultrafunk", "Amor", "En cuatro" "Cuchi, cuchi" y "Mentiras" de su álbum "Comercial" desfilaron de forma lineal y sin pausas ante un público que no tuvo más remedio que cederle la última gota de energía a los venezolanos.
Como ocurrió en la mayoría de la presentaciones importantes dentro del Vive, la presentación de Los Amigos contó con un invitada sorpresa: Natalia Lafourcade, quien subió al escenario para interpretar "Viviré para tí", canción incluida en la más reciente placa del grupo y que fue muy bien recibida por la audiencia.
El buen humor de la banda encendió a la audiencia en reprises de temas chuscos como "Grooveis in the heart" de Dee Lite, "Smoth criminal" de Michael Jackson y su inesperada y cómica versión de "We like to party" de Vengaboys.
Mas de 60 mil asoleados asistentes, más de 8 horas ininterrumpidas de rock y miles de litros de cerveza consumidos confirman al Vive Latino como el festival más importante de México. Comercial y musicalmente, el Vive latino sigue siendo un buen negocio y una buena oferta para el público más joven. El problema es que el Vive sigue sin darle oportunidad a las bandas mexicanas, particularmente a las nuevas, de llegar a los horarios estelares de los escenarios principales.
¿Alguien recuerda la última vez que el festival más importante de México fue cerrado por bandas mexicanas ?
El sabado del #VL10 fue cerrado por las victimas del doc cerebro