Cuando los CDs fueron introducidos a principios de los 80s, inmediatamente descubrimos que esa sería la tendencia en la industria de la música, que los formatos se irían reduciendo hasta llegar al nivel de lo intangible.
Del vinil a los cartuchos a los cassettes al CD al MP3 hemos perdido frecuencias de sonido, tamaño, arte y fetichismo, pero hemos logrado llegar hasta un punto donde la música es portable, tan infinitamente portable que podemos envolvernos en una burbuja de canciones en cualquier momento que lo necesitemos.
Ahora que mucha gente obtiene su música vía download y algunos elementos del disco se convirtieron en algo dispensable, la memoria cultural y la idea del álbum como concepto han tenido que modificarse. Lógicamente, las ventajas de la música digital parecen más interesantes que las desventajas, porque al requerir menos espacio, nos brinda la posibilidad de personalizar nuestra experiencia con cualquier sistema de reproducción, y desde que el MP3 se convirtió en el estándar (a pesar de los berrinches de la industria) ha sido necesario darle un valor agregado al download para reinventar la forma de escuchar música, agregando al download notas de producción e imágenes exclusivas (utilizando Adobe Flash Lite), que van cambiando conforme escuchas las canciones, brindándote una experiencia totalmente diferente.
El trabajo de arte no sabemos si entrará en el territorio de la alta definición y si integrará diversas tecnologías, pero los creadores del MP3, el revolucionario archivo que electrocutó la industria, ya trabajan en el nuevo formato que modificará la experiencia. Bach Technology, que trabajó en el primer reproductor de MP3 en 1993, y Karlheinz Brandenburg, quien inventó el ya famoso formato, liberarán pronto MusicDNA, que promete incluir no sólo la música, sino también letras, videos, arte y toda la información que se pueda incluir en 32 gigabytes.
Aunque por el momento sólo se han mostrado interesados en MusicDNA los sellos Beggars Banquet y Tommy Boy Records, la fase beta se lanzará la próxima primavera y será la competencia directa del iTunes LP de Apple, que por el momento sólo brinda letras, un arte más elaborado y bonus tracks. Tal vez en ese punto no habrá gran competencia, pero MusicDNA será una experiencia inagotable que se renovará con nueva información cada vez que el archivo sea activado, sólo bastará conectarse a Internet para recibir de forma automática más complementos para nuestra experiencia musical.
Obviamente los archivos de MusicDNA tendrán un costo mayor a los de iTunes, pero podría ser el cambio de formato que estábamos esperando. Cómo dice Stefan Kohlmeyer de Bach Technology: “Estamos tomando una idea existente, dándole al usuario final mucho más al hacer el archivo mucho más valioso”. Después de eso, estoy segura que pensarán más de tres veces en modificar su librería, tal vez algunos dejarán de concentrarse en acumular gigas de música y juntar sencillos exitosos siguiendo las listas de lo mejor del año, los coleccionistas de canciones al estilo “Now: That's What I Call Music” entenderán que la música va mucho más allá del simple ritmo, es todo un concepto que afortunadamente volverá a sus raíces fetichistas.
Es que el fetichismo es parte del culto personal que uno le rinde a la música. Me parece interesante el concepto visual, sin embargo sigo añorando los días en que la música, en su estado físico, era un concepto más sensorial y narrativo.
Es importante recordar que más allá de la libertad, la música tiene un precio, un valor que debe ser reconocido, pues d ealgo tienen que vivir los creativos.
saludos!