La noche del miércoles pasado, el Palacio de los Deportes sumó una anédota más a su nutrido cúmulo de recuerdos colectivos. La esperada presentación de la banda canadiense superó las expectativas de las cerca de 10000 personas que abarrotaron el recinto y terminaron corearon cada uno de los 18 temas que un animado Win Butler y su esposa Régine Chassagne cantaron con una emoción sincera y auténtica.
Aunque el recinto lucía a la mitad de sus capacidad a las 8:30 de la noche, tal vez debido a la repentina cancelación del grupo abridor Calexico, poco a poco los convocados al concierto fueron nutriendo el Palacio al tiempo que el multiintrumentista Colin Stetson salía al quite abriendo la noche con una actuación instrumental en la que interpretó más de 4 instrumentos de garganta, entre ellos uno muy peculiar parecido a un enorme saxofón tenor.
Alrededor de las 9 y media las luces se apagaron y el escenario se iluminó con las imagenes que aparecieron en las modesta pantallas gigante colocada detrás del escenario. Uno a uno los 8 músicos de la banda, más el mencionado Colin Statson, aparecieron en el escenario para interpretar "Ready to Start" provocando una emoción desenfrenada.
Guitarra, bajo, dos baterías, un teclado analógico, dos violinistas y un trompetista encendieron la noche de una manera arrebatadora. Como pasa en muchos casos, la banda se notó sorprendida por la energética respuesta de un público mexicano a temas más conocidos como "Keep the car running" y "No cars go". En esos momentos, la banda logró transmitir un estado emocional muy intenso gracias a una impecable ejecución musical, una entrega excepcional y la maravillosa estructura lírica de sus canciones y sus potentes coros que, en directo, ponen la carne de gallina al ser entonados por miles de asistentes al unísono.
La incursión del tema "Haiti" dió un remanso a los asistentes con las hipnóticas melodías de guitarra que envolvieron la aguda voz de Régine Chassagne. A partir de ese momento, la banda comenzó a rotar los intrumentos durante toda la noche, por lo que no era extraño ver a William Butler pasar de los teclados al bajo, obervar a Win Butler tocando la mandolina o incluso presenciar el talento de Régine Chassagne atacar la batería con presición y potencia.
Fotos: Toni Francois/tono.tv
Los momentos más altos de la noche llegaron con "Modern man", "Sprawl II" y la gema de noche "Rebellion Lies" tema en el que un impresionado Win Butler premitió que las cerca de 10 mil personas reunidas esa noche interpretaran el coro: "Everytime you close your eyes... LIES! LIES!".
Con ese tema la banda se despidió del escenario, agradeciendo al público su entrega y asistencia y aclarando que una parte de las ganancias del show se destinarían a favor de la reconstrucción de Haiti. Después de varios minutos, Arcade Fire regresó para interpretar "Month of May", el cóver "Still ill play" original de The Smiths y su himno generacional "Wake Up".
Con su actuación, la banda canadiense superó las expectativas de un concierto largamente aplazado e inauguró una minigira que los llevaría esa misma semana a la ciudad de Guadalajara y al estado de Guanajuato en el marco del Festival Internacional Cervantino.
La verdadera dimensión de una agrupación musical sólo puede ser comprobada sobre el escenario. En esos términos, la primera presentación de Arcade Fire en territorio mexicano confirmó la altura de su propuesta musical y la calidad escénica de cada uno de sus 8 integrantes.
¡wow! Muchas gracias por compartir los momentos roqueros, para muchos la distancia es un factor determinante para asistir o no a un concierto, tienen que cuadrar bastante cosas: tiempo, dinero, eventos personales, laborales... Porque las ganas de saborear los sonidos en vivo siempre están.
Vaya, ya ni llorar es bueno pero sin duda las letras también hacen que grites, corees y admires lo que en una bóveda acústica se disfruta en otro tiempo.
Saludos desde Durango.