Sálvese quien pueda

Historia de un Naufragio

Con un grito que evoca un naufragio, originado en una de las plumas más brillantes e ingeniosas que ha conocido el periodismo mexicano, Sálvese quien pueda, fue uno de los ejercicios en donde Jorge Ibargüengoitia concentró magníficas dosis de humor, crónicas desenfadadas, y recuerdos rescatados del polvoriento baúl.

Ibargüengoitia (Guanajuato, 1928 - Madrid, 1983), recoge para el título que nos ocupa, una serie de reflexiones sobre un mundo en el que ya se vislumbraba una revolución feminista, que al lado de los recuerdos de su infancia conjuntan la primera parte del libro. El escritor mexicano, en una mirada de honestidad e introspectiva, recuerda o habla en una primera persona (fiel a su costumbre) de una niñez en donde se descubrió lividinoso gracias a un libro; o como pequeño cinéfilo que confiesa haber aprendido más frente a la pantalla que en el salón de clases.

La segunda parte de Sálvese quien pueda, que se titula "La conspiración vendida" no es otra cosa, sino una prueba irrefutable del excelso dramaturgo que Ibargüengoitia no desarrollo, como, digamos, lo ha hecho Leñero. Un guión de una obra teatral que remonta a la talacha independentista y proyecta e incluso, llega a caricaturizar, ciertos caracteres de algunos históricos nacionales.

La tercera y última división, homónima del mismo libro en su conjunto, es el escritor en plenitud, irónico, crítico y mordaz. El humor de lo cotidiano viniendo de tinta inmejorable; algunos de los relatos de éste apartado extraídos de su Ley de Herodes, también recomendable para alegrar la espera, en lo que llega el naufragio.

Jorge Ibargüengoitia
Sálvese quien pueda
Editorial Joaquín Mortiz
México, 2003