Justo el día de hoy el poeta y filósofo peruano Julio del Valle afirmó que es difícil la literatura en una época que es "más de Twitter que de poesía". Si, tal vez Twitter ha engendrado un ecosistema completo que muestra verdaderos signos de carencia o exceso de creatividad en el lenguaje, que han sido necesarios trucos y giros (torceduras muchas veces) de palabras para trasmitir ideas mínimas con una expresión de 140 caracteres.
Es cierto que el microblogging puede ser dolorosamente mundano (“Monchis: sandwich, papas, refresco”), pero ya se ha probado que ocasionalmente puede ser trascendente ("Hay un avión en Hudson. Estoy en el ferry para ayudar") o conmovedor como los posts del nacimiento de la hija de Erykah Badu por parte de su pareja, el rapero Jay Electronica ("Veo una cabeza. Totalmente llena de cabello").
Es cierto que el microblogging puede ser dolorosamente mundano (“Monchis: sandwich, papas, refresco”), pero ya se ha probado que ocasionalmente puede ser trascendente ("Hay un avión en Hudson. Estoy en el ferry para ayudar") o conmovedor como los posts del nacimiento de la hija de Erykah Badu por parte de su pareja, el rapero Jay Electronica ("Veo una cabeza. Totalmente llena de cabello").
Para algunos es más dolorosa la imposibilidad de decir más, 140 letras parecen ser muy poco, sin embargo algunos han logrado entender Twitter como un mundo episódico donde puedes saltar entre ideas e imágenes o crear una continuidad sobre una eternidad de puntos suspensivos.
En el 2008 Matt Stewart fue el primero en saltarse el límite, demostrando que la cantidad de palabras son suficientes al publicar la primera novela compuesta de 480.000 caracteres en tweets de 130, llegando a un total de unos 3692 tweets que debíamos leer si queríamos seguir la historia. La obra de Stewart titulada La Revolución Francesa (@Thefrenchrev), plateaba el problema de seguir la línea de la novela, primero por la actualización que va de lo más nuevo a lo más viejo, y en segundo lugar porque la mayoría no lee todas las anotaciones de sus contactos, razón por la que Stewart también publicó su historia en su propio sitio Web, TheFrenchRev; una especie de repetición amigable para aquellos que detestan Twitter.
Con La Revolución Francesa surgieron muchos escritores que comprendieron que podían presentar su obra sin necesidad de un intermediario editorial, pero la cascada de poetas y novelistas se hizo un hervidero de palabras y muchos se perdieron en la dificultad de seguir la continuidad de su obra entre la marea de tweets y retweets que parecen exigir el mismo grado de atención, a veces demasiada.
Siguiendo esa idea de que un libro puede ser el conjunto de muchos fragmentos, apareció una pequeña compañía llamada DailyLit, que a través de correos electrónicos y tweets empezó a distribuir clásicos como Dracula y Moby Dick, sin embargo decidieron no inundar todo un día con episodios de 140 letras, prefirieron tomársela con calma y darle a sus seguidores una idea general y un link a la sección del libro que se leía ese día.
Tal vez esa fue la inspiración para que el gigante editorial británico Penguin realizara un experimento con seis libros de seis diferentes autores y los distribuyera a través de Twitter a lo largo de seis semanas. La iniciativa llamada We Tell Stories incluía enlaces a Google Maps y Flickr para brindar a los lectores un contexto más amplio de la historia, sin embargo no fue un gran éxito, pero como campaña funcionó bastante bien.
Aunque la idea parece una verdadera broma, ya ha sido demostrado que en estos tiempos muchas personas prefieren leer tweets en lugar de libros. Tal vez ese fue el dato que tomó en cuenta la agencia Ogilvy México para diseñar una nueva estrategia publicitaria para Librerías Gandhi en la que invitan a leer a través de la campaña Tweetlibros, que intenta cambiar la estadística que indica que los mexicanos leemos medio libro al año. Para ese cambio de páginas por tweets (que a final de cuentas se resume en la idea “lee más por favor”), toda la historia y todos los personajes cobrarán vida en tu Timeline.
El primer libro que ha sido lanzando es El Principito, el clásico de Antonie de Saint-Exupéry. Hasta el momento han sido @El_Aviador_ y @El_Principito_ los únicos que han twiteado, pero en el transcurso de estos días, los demás personajes irán apareciendo para interactuar en la conversación y así crear el libro. Otra cosa interesante es que los personajes utilizan muchas de las herramientas de Twitter para engrosar la historia, ya es posible ver en Twitpic las fotos de lo que ha dibujado El Aviador y ambos personajes han hecho comentarios sobre cada dibujo, incluso puedes formular preguntas en Formspring para hacer más atractiva la lectura.
Para todos aquellos que pueden leer de atrás para adelante, que no carecen de problemas para mantener su atención en un sólo sitio y gusten de un buen libro virtual, sigan la lista en http://www.tweetlibros.com.mx/ y agreguen a todos los personajes a su Twitter.
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