Las Muertas
Por Enrique Dorantes
Imaginar a una televisora de las dimensiones de Televisa no es tan sencillo. Se trata de una de las mayores del mundo, y uno de los negocios más redituables del orbe, comprobado, en un país tercermundista, increíble. Lo que cuesta todavía más imaginar, es la forma en que se ha consolidado, siendo de tan mala calidad sus producciones. ¿Que por qué le tiro mierda a Televisa? Para nada, hablo de lo que conozco, y la considero una importante fuente de empleos en el país; y a pesar de que el emporio se base en un oligopolio, no soy de los que sueñan con matar a los televisos por contaminar las cabezas de los pobrecitos mexicanos. Cada quien consume lo que quiere ¿o no?
Sin dar mayores rodeos, la introducción antitelevisiva es debido a lo penoso de sus producciones. Recientemente inaugura un canal de noticias para señal de paga. Intenta bajar el rating de Milenio Televisión, pionera en México y cuyo trabajo es muy respetable. Ahora, darle competencia con Brozo y articulistas y columnistas cuya visión se las antepone el medio, no es lo más acertado.
Todo en esta televisora termina siendo la copia de la copia de la copia... Ahí tenemos sus series, los famosos talk shows y su reality, el big brother; en una conversación reciente alguien mencionó a las Mujeres Asesinas, que una serie copia de no sé qué país (Argentina, si no me equivoco), pero adecuada a México con las primerísimas actrices nacionales, cuyo lugar privilegiado se lo ganaron gracias a sus méritos como grandes sufridas de la novela mexicana o por tener un escándalo con el cómico de moda; o porque se supo quien la vestía y quién la desvestía; porque el que la desvestía era el futbolista ídolo de las multitudes; pero pocas veces por el talento histriónico de estas reconocidas damas.
Para ser honestos no soy partidario de la crítica sin conocer el producto, me limité mis comentarios respecto al que seguro es un bodrio televisivo. Nada más basta con ver los promocionales de tan lamentable programa para darnos cuenta del tamaño de ofensa al intelecto de la raza de bronce y para saber si uno lo quiere ver o no. Pero esperen a que los espectadores comprendan tal afrenta y seguro tendremos una revolución contra los guionistas de la empresa de don Emilio (risas).
Y hablando de mujeres asesinas, la recomendación era para un librazo del maestro Jorge Ibargüengoitia, Las Muertas, escrito en 1977. Es la historia de las hermanas Baladro, mejor conocidas en la historia real como las "Poquianchis", mujeres apegadas a las viejas prácticas del lenocinio, y que cargaron con las vidas de dos que tres cristianos y cristianas que por causas del destino se les fueron muriendo o tuvieron que matar.
Es una historia de sarcasmo depurado con el humor único de este símbolo del periodismo en el país. Con toques de novela policiaca y al mismo tiempo con la mágica pluma que pinta la vida en zonas inhóspitas para el cosmopolita. Definitivamente legible y digerible antes de encender la maldita caja idiota, que genera onanismo cerebral involuntario.
Para tomarse en cuenta, Las Muertas de Ibargüengoitia es más que una historia de mujeres asesinas bien contadas. Y les dejo, voy a buscar un maratón de corazón salvaje o algo así. Digo, para tener tema de conversación.
Las Muertas
Jorge Ibargüengoitia
Editorial Planeta Mexicana
México,2007
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