Corinne Bailey Rae es quizás la mejor cantante de Soul de los últimos años. Como generalmente pasa en estos días, su música esta llena de R&B, rock, jazz, blues y funk. Su único disco le ha valido el respaldo de una creciente base de fans y la admiración de diferentes músicos; de la talla de Herbie Hancock o Al Green. El suyo es uno de esos discos que parece un pequeño milagro; de apariencia perfecta, de ejecución impecable, que denota el trabajo implicado y la pasión con la que fueron hechas las canciones. Pero, como dicen por ahí: cuando Dios da, Dios quita. Tristemente, su pareja sentimental murió. Eso quizás explique el largo silencio que por fin (por fin por fin por fin) se rompe con el disco que está pronto a estrenar: The Sea. A primera vista, en el sencillo se escuchan cambios: lo que antes permanecia muy inocente, ahora parece ir por una senda de madurez. Habrá que esperar pero esta canción deja mis expectativas muy altas: ojalá escuchemos más milagros de la voz de Corinne Bailey Rae.
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