Desde hace unos 10 años los receptores de radio ya no son únicamente los sintonizadores de alta fidelidad o radios portátiles con antenas de látigo, ahora están asumiendo la forma de multimedio habilitado por otros dispositivos, que han cambiado dramáticamente su impacto desde la forma en que se produce, transmite, consume y se paga por su contenido. La radio ya no es un flujo lineal emanado desde una antena.
La radio en Internet es un fenómeno reciente, pero ya es uno de los más importantes mecanismos de distribución de audio y video, los archivos están disponibles sólo ante la necesidad o almacenados localmente por el tiempo-emisión, por eso las frecuencias de FM o AM ya son irrelevantes y en algunos casos sus siglas se remiten únicamente al momento en que vamos en el transporte público o el automóvil.
Con la introducción de nuevos medios para la música y la habilidad de distribuir directamente a los consumidores vía Internet, el debate se centra en la cuestión del control, o en realidad, la falta de control, porque una de las mayores fortalezas de la música en Internet es el descubrimiento, algo que la industria de la música aún no ha comprendido completamente. Los usuarios han abandonado a los guías de los medios habituales (radio, revistas impresas, tiendas de discos) y los han cambiado por las novedades y sorpresas encontradas a través de estaciones de radio por Internet, videos virales y blogs de música.
Algunos dicen que el webcasting es lo mejor que le ha ocurrido a la música desde la aparición de la Frecuencia Modulada, pero aún así la idea sigue siendo la misma: fans de la música sintonizando varios servicios, donde pueden escuchar varios géneros de música. La diferencia es que en la mayoría de los casos ya no se trata de un programador respondiendo a intereses personales y corporativos repitiendo las mismas 20 canciones a lo largo del día. La ausencia de barreras se puede percibir, sin embargo hemos cambiado la programación comercial por las listas personalizadas de la radio en demanda y las predicciones en patrones de preferencias, que nuevamente eliminan la música nueva y diferentes formatos de expresión.
Si, last.fm y Spotify nos ayudan a crear nuestras propias estaciones, pero aún así se siente que estamos dentro de una cajita moviéndonos en círculos, rastreando canciones, armando listas y saltándonos tracks que sólo por ese salto recibirán un mal rating y nunca volverán a aparecer cerca de nuestros oídos. Obviamente el cerco de Ping de iTunes es todavía más pequeño y los intentos de estación de Launch convertidos en pequeñas pestañas de audio (como los que aparecen en sitios como Billboard) todavía responden a intereses comerciales.
Por eso me pareció tan interesante el proyecto Shuffler.fm, que logra conjugar nuestro gusto por las listas y las preferencias de género, pero también incluye lo aleatorio, el descubrimiento y los blogs de música. El concepto es simple, los blogs forman la estación de radio de Internet, están los candidatos habituales como rap, rock e indie, pero también incluye ciertas vertientes que incluyen descubrimientos muy experimentales. Un click en un género y la vista cambia, empiezas a navegar por diferentes blogs conforme termina una canción. Es seguro que encontrarás algunos silencios en Shuffler, pero las lagunas no son tan dañinas como en la radio convencional, sabes que pronto empezará un nuevo corte y estás seguro que el movimiento aleatorio te llevará a algo que tal vez nunca habías escuchado.
Shuffler, que apenas lleva una semanas en funcionamiento, aún tiene algunos problemas de reproducción, sólo puede escucharse a través del browser, lo que limita un poco el servicio, pero qué importa cuando puedes pasarte todo el día escuchando música, percibiendo lo que se mueve por la red, un área que la radio terrestre simplemente no puede abarcar porque cada día se agregan más blogs especializados y, a final de cuentas, ellos son los que están generando todo lo que llega al mainstream. Ahí la verdad depende de lo que quieres: escuchar música o conocer más música.
Komentar :
Publicar un comentario